El titulo que le he dado a esta entrada es bastante acertado si miramos las cosas muy por encima. Recuerdo que hace un año casi exacto mis ilusiones estaban totalmente fijadas en una chica que prometía hacer mi vida realmente maravillosa, podía alegrarme y hacerme olvidar de mis problemas fácilmente con su manera de ser, con su compañía y todo el calor que en su momento me abrigó del frió de la soledad, cada día me decía a mi mismo que no era posible que yo pudiera estarme enamorando, pero me fascinaba, amaba tener una persona a mi lado que me dijera que todo estaría bien aunque las cosas estuvieran de la peor manera, que fuera mi refugio de felicidad y mi compañera de sueños, decidí apostarle todo lo que yo era a ella, en ese momento jamás me imaginé que sería echar a perder no solo mis sueños con ella, si no también algunos que llevaba edificando años atrás.
Cabe aclarar que nada de esto fue su culpa, si no la propia mía, no pienso lavarme las manos ni mucho menos. Resulta que soy el peor administrador que existe, empezando por mis metas, si tuviese que dibujar mi vida haría un alineamiento de dominós en donde cada dominó es una faceta importante de mi vida, si alguno de estos dominó llega a caerse por el viento o algún brusco o equivocado movimiento al alinearlo, lo más probable es que termine derrumbando las demás piezas que ya se encontraban organizadas y dando como resultado un total desastre, como única solución a dicho desastre: volver a comenzar todo desde el inicio.
Le entregue toda mi tranquilidad, mi tiempo y mi dedicación a intentar hacer florecer mis sueños con ella, y bueno como dicen por ahí todo en exceso es malo, cuando riegas de más una planta la terminas ahogando, y cuando no la riegas lo suficiente se termina marchitando; Es la historia de mi relación con ella y de mi sueño de ser biólogo respectivamente, no supe establecer las prioridades en mi vida y equilibrar la energía que le estaba entregando a cada sueño y terminé perdiendo ambas metas, claro, sin contar los demás obstáculos que tuve y tal vez aun tenga. Perdí mi tiempo, perdí mis sueños y mis metas y la verdad ya nadie me los va a devolver, aprendí muchísimas cosas este año no de la manera que hubiese deseado y a fin de cuentas es lo único que me llevo, el haber madurado.
Para el capitulo 20 de mi vida que hoy comienza espero rescatar lo poco que queda de mi marchito pero latente sueño y volver a comenzar, hacer las cosas realmente bien, pues mi tranquilidad ahora está en mi mismo y no en otra persona.
En definitiva mi canción favorita de todas, sinfonía representativa de este capítulo en cada emoción, su melodía tranquila y alegre en mis inicios y sus líricas un himno en su otoño.
Sean felices
