Escribo esto aprovechando los picos de felicidad que me permite toda ésta situación.
Desde que hablé con Pedro pude aceptar para mí mismo que ya nunca volverás.
Lograr eso me hizo sentir mucho mejor, tal vez lo que más me hería era la ilusión de que tú y yo podríamos tener esa vida que nos susurramos al oído aquella noche.
Fue poco lo que me hizo sentir mal el día de hoy, como por ejemplo un dibujo que hizo Gaby de nosotros dos encerrados entre corazones. Te recuerda y te quiere mucho, lo primero se me hace muy raro para una niña tan pequeña.
He reflexionado respecto al hecho de que tú no quisiste más mi amor y que en realidad nunca te gustó, entonces me pregunto ¿Vale la pena sufrir por alguien que creía que era un peso para su vida? alguien que cree que no la dejaba progresar como persona. Seguramente no, básicamente porque no es una razón para estar triste, sino todo lo contrario. Por fin te libraste de un hombre depresivo, y está bien, no hay forma de que dos personas rotas puedan ayudarse a crecer entre sí. Nunca podrías tener la seguridad de que yo fuera a cambiar, por más que mi corazón te lo gritara con desespero, por más que yo estuviera dispuesto a seguirte hasta el fin del mundo y a hacer lo que sea por ti. Tú hacías parte de mis sueños.
No quiero desperdiciar mi vida sufriendo por alguien que no quiso tener más en su vida todo el amor que yo le daba. Un amor que sólo un estrecho vínculo de sangre podría brindar. Mi amor también es bonito y es difícil de encontrar, juega a la lotería sí eso te hace sentir mejor. El tiempo en la vida no hace más que acabarse y tú quieres desperdiciarlo con protocolos que te ofrecen los discursos baratos de autoayuda. La realidad es otra, y siempre hay otro camino, no todo es blanco o negro.
"Tú que viste fitopatología conmigo, ¿Cómo es la relación entre las bacterias y las plantas?: cuando una de las partes obtiene lo que necesitaba se va y se acabó, gústele o no le guste a la otra parte". Tal vez fue algo crudo, pero me hizo ver las cosas de otra manera. Lo cierto es que nunca me esperé llegar a sentirme usado. Pero bueno, sólo es un sentimiento más, nacido de tanta confusión que me generó lo que me hiciste.
Pienso que merezco ser feliz, porque a pesar de todo yo te daba todo lo que yo era. Estoy casi seguro de que hay varias personas que quisieran tener lo que yo te daba a ti, porque no hay ningún otro hombre como yo. No es justo que yo esté sufriendo porque decidiste abandonarme, si te daba todo lo que esa maldita depresión me permitía. Yo sigo siendo un gran hombre y una gran persona, y eso es algo que te va a pesar cuando te topes con el que me va a reemplazar. Por más que digas que las personas no tienen reemplazo, eso es exactamente lo que harás convenciéndote a ti misma de que no es así.
Algo que he valorado mucho de todo esto, es que los pocos momentos de felicidad, llegan a mí de una manera muy intensa, se siente como si estuviera enamorado, con el corazón a mil. Supongo que mi cuerpo me agradece tener momentos de paz y alegría de vez en cuando. En estos momentos puedo disfrutar de nuevo la música, por más que cada canción me hable de ti.
Sí viviera el último día de mi vida me gustaría repetir ese día que te volví a ver, una y otra vez... Recuerdo que me sentía invencible y feliz de vivir cómo nunca lo había experimentado, sólo porque me dijiste nuevamente que sí. Todas mis tristezas y problemas parecían diminutas al lado de mi voluntad ¿y todo para qué?
Ahora mis esperanzas son diferentes, bailando en el límite de la decepción, a cortos y largos pasos del reloj me imagino viviendo nuevamente cosas felices al lado de alguien diferente. Simples fantasías, pero el sólo hecho de volver a creer en algo me hace sentir vivo una vez más, con mi corazón encantado.
Ya me harté de pedirte perdón por todo lo que soy. Solo quiero cruzar los dedos para que alguien pronto decida cruzar el puente que miraste con indiferencia. Quiero que alguien crea en mí, alguien que me dé la oportunidad de ser mejor, no quiero alguien que me deseche de un día para otro, no otra vez.
La noche finalmente me vence y espero con resignación las lagrimas que derramaré por ti en la mañana que se avecina.
Meh... ¿a quién engaño? sí no me merecía una segunda oportunidad es porque crees que cualquiera te podría dar lo que te daba.
Espero todo esté marchando a la perfección con tu plan de armar tu vida sola, pasa una bonita noche.