Últimamente al pensar en ella pienso en el futuro, tengo entendido que uno de mis ideales es vivir el presente sin importar lo que pase después, pero lo que me he dado cuenta es que es una mentira con la que me engaño constantemente, rosas blancas con pintura roja... si, justo como las de ese cuento.
Me retumba en la mente el sentir que las cosas que tanto deseo que ocurran en un futuro se queden siempre en la fantasía y en el recuerdo de nuestras diarias conversaciones y que a la realidad ni se alcancen a asomar. Es algo que nunca me saco de la cabeza y que no puedo simplemente resignarme a aceptarlas, pero que siento que están tan fuera de mi alcance que creo que mi pensamiento de abrir caminos si no los hay se vuelve diminuto debido al temor y otros tantos demonios. Por ahora me sigo engañando a mi mismo esperando que el tiempo hable solo, en vez de hacerlo hablar...
Sean Felices!
Muy profundo, no podía esperar menos de un gran amigo mío.
ResponderBorrarSigue así, realmente haces que me centre en la lectura.