One Life...

Van ya casi dos años desde que deje de escribir en este lugar y muchas cosas son las que han ocurrido desde entonces. Hace medio año decidí cambiar un Lirio Rojo por una Rosa Azul, aquel lirio rojo más que marchitarse, me marchitaba a mi, y en aquella zarza de espinas en la que me encontraba hace un año un pequeño rayo de luz ilumino aquellos pétalos Azules que me devolvieron la alegría, la fascinación que me provoco esta flor me hizo tomar la decisión de quedarme en este jardín espinoso a pesar de que ya sabia que sufriría, puesto que un tortuoso camino de ilusiones había recorrido durante 18 meses, pero en el fondo tal vez valdría la pena esperar (de nuevo). Como toda rosa, en su tallo llevan un abrigo de espinas, para defenderse de todo aquello que les pueda hacer daño, espinas de orgullo, espinas de rebeldía que hieren mis manos, pero a pesar de todas estas, estoy aprendiendo a sacarlas una por una, aunque sean bastantes, todo lleva su tiempo y una rosa requiere mucha paciencia. Actualmente estoy pasando tal vez por el peor momento de mi vida, aquellos problemas programados de los que hable hace dos años, están hoy más cerca que nunca, más que aguardar hasta el día de una posible desgracia para derrumbar todo, las desgracias las causaron la misma espera y ansiedad de no saber lo que ocurrirá, día a día viviendo con el temor, durante dos años. Hoy tengo 19 años, y siento que aquel positivismo y alegría que me caracterizaba, el nunca rendirme, todo esto se ha empezado a desvanecer sin darme cuenta, y la verdad, espero no perderlo aunque pareciera no poderse evitar...

Sean Felices