lunes, 21 de marzo de 2016

Los Colores del Sosiego

Siento como si hubiera pasado muchísimo tiempo desde la última entrada, y tal vez es porque estuve aplazando el querer escribir por cosa del cansancio y las ansias que producen el querer salir de una buena vez a esta semana de descanso en la que ahora me encuentro.
Una vez más mis amigos me han fallado, pero esta vez no me afectó en lo absoluto porque ya sabía que ocurriría, se han tornado tan predecibles que he optado por no dar más iniciativas para salidas ni armar ningún plan por mi cuenta y sobre todas las cosas... ya no darles más de mi valioso tiempo. He pensado mucho en esos sustantivos "mejor amigo/amiga" y creo que lo mejor en mi caso sería barrerlos de mi vocabulario, no se si aspiro a mucho pero para lo que concluí quienes llevan esas etiquetas en mi vida les falta mucho para sacarlas a relucir, uno de ellos ni siquiera sabe de la existencia de este lugar y no es porque no le haya dicho si no por su falta de atención e interés respecto a mi. A veces me parece increíble que en ocasiones pueda decir que algunas de las personas que conocí este año sean más cercanas a mi que con quienes llevo una amistad ya de 5 años y poco más.

When you decide that your live is a prize, renew and revive

Los días aunque llenos de preocupaciones académicas, volaron de manera majestuosa al disfrutarlos en medio de un paisaje natural prohibido, abrazándome a la brisa y abrigado por el sol, siendo espectador de los más increíbles colores que el cielo me regala con compañías irreemplazables, compartiendo felicidad en gotas muy dulces. Con mis amigos encontramos un lugar en donde descansar y relajarnos plenamente, con una vista maravillosa rodeado del bosque de eucaliptos y pinos, el único problema es que la universidad no permite entrar allí, pero el lugar es tan espectacular que vale la pena ir una y otra vez a escondidas, buscar otros caminos para llegar a disfrutar de un lugar en donde solo están la naturaleza y las personas con quienes nos sentimos bien.
El jueves tomé el tren para regresar a Bogotá, los viajes allí siempre son agradables pues recorrer la sabana en uno de sus vagones es siempre un evento muy reconfortante mientras se disfruta de una charla llena de muchas risas con tus amigos, pero el viaje de este día en particular fue un poco más especial ya que volví a ver a una chica que la primera vez que viaje en el tren me pareció increíblemente hermosa, volverla a ver de nuevo se sintió por decirlo de alguna manera como un "amor a primera vista" que claro, no tiene nada que ver y mucho menos creo en ello pero no sentía algo así desde que vi por primera vez a aquellas flores de las que tanto hablo. Es poco probable que algún día llegue siquiera a dirigirle un saludo porque yo ya me conozco y la cantidad de protocolos que debo seguir es tan extenso que hasta miedo me doy por tanta tontería que yo mismo me pongo en el camino para obstaculizarme. Desde ese día dije que trataría de volver en el tren todas las veces que me fueran posibles solo para verla, mis amigos dicen que exagero al decir que es la más linda de la universidad pero yo creo que están totalmente ciegos.

Anoche le pedí el número de teléfono de Grazia a Zolrak, pues hace unos días él me había comentado que ella le escribió contándole acerca de un sueño que tuvo en el que me involucraba, se sentía preocupada y a través de él me envió el mensaje de que me cuidara; luego de tener su número le escribí, ya era mucho tiempo sin saber de ella. Paralelo a esto me dirigía a un bar con mi padre y mi prima, íbamos a tomarnos unas cervezas y a escuchar buen rock, estando allí seguí con la conversación que había iniciado con mi Lirio Rojo, me contó lo poco que recordaba de su sueño, veía el cariño con el que siempre me decía las cosas hace casi 3 años e impulsado tal vez por la primera cerveza que había tomado le dije que la extrañaba. Todo el día me he preguntado si haber iniciado con eso y todo lo demás que dije luego fue un error, pues es un tema que he sacado de la tumba miles de veces y no solo está involucrado mi corazón si no también y principalmente el de ella, sabía que hablar de lo que fue nuestro amor le afectaría a ella, pero simplemente no lo pude evitar y dije cosas que no me hubiera imaginado que a estas alturas del partido diría, pero en resumidas cuentas le dije mientras lloraba y con una banda que tocaba de fondo canciones de los 80's, que jamás encontraría una mujer como ella con todas sus cualidades que la hacían única ante mis ojos. Por ahí dicen que los niños y los borrachos siempre dicen la verdad y anoche era parte de ambos grupos, sobre todo del segundo. Cada cosa que le decía pude sentir que hacía que en su corazón se dispararan sentimientos que lleva tiempo intentando olvidar, con sus letras en italiano, sin protocolos para atravesar la celda de su alma y directamente para mi, el tiempo le había enseñado a ser consiente del dolor que causó nuestra separación y siempre fue con cautela advirtiéndome de los peligros de seguir con el tema, de seguir soñando con el pasado. Me dijo que no quería dañar mi vida y al preguntarle el por qué no me dijo nada, le volví a escribir al llegar a casa y hubo una despedida con un te adoro al final y rindiendome ante los mareos y el sueño caí en mi cama.
A veces cuando me siento tan seguro de conocerme a mi mismo suceden cosas como éstas, creí ya haber dejado mi historia con ella a un lado pero parece que en el fondo de mi alma aún permanecen los deseos de volver a vivir las buenas épocas que un día desaparecieron sin las suficientes despedidas que ameritaba.

Sean Felices.

sábado, 12 de marzo de 2016

Resignandome a la Realidad

I tried to be a charmer
but I got a bit hopeless instead
The world is very sexy
It's part of my collapse.

Luego de una semana bastante difícil, tras haber sobrevivido a la carga emocional mensual, de nuevo estoy aquí queriendo convertir los campos en ciudad (?). Nada provechosa ni productiva mi última semana al haber faltado a dos clases en dos días distintos, uno por obligación y otro... bueno, digamos que mi mente también me obligó a ello, la tristeza y la ansiedad eran tan fuertes que tuve que darme un respiro el martes para guardar las pocas fuerzas que quedaban, rendirlas a tope e intentar no caer hasta finalizar la semana. La eterna agonía mensual terminó aplazada como siempre, me sentí estúpido y creo que debería haberme sentido así cada que esto sucedió, quemé mi vida al dejarme invadir por estos problemas cada que llegaban los días próximos a que sucedieran, para que el resultado siempre haya sido el mismo, en fin... lo que más me preocupaba ahora era tener que perder mis clases en la universidad por culpa de tantos aplazamientos, desde hace un año yo sabía que continuar mi vida mientras que ese problema siguiera latente era una muy mala idea pero el tiempo corre y cada día este me hace caer en cuenta en que lugar he ido a parar, uno al cual siempre le seguí la pista de cerca pero que (en ese entonces) para mi fortuna estaba una generación más adelante, siempre pensé que estos chicos habían vivido cosas que no debieron haber experimentado a tan temprana edad y ahora que he terminado conviviendo con ellos considero que siempre estuve en lo correcto. Aunque yo siga siendo un bicho raro en mi generación  los contrastes de pensamiento y manera de vivir son muy notorias, tienen un pensamiento muchísimo más liberal y en su círculo es de lo más común y corriente opinar de esa manera, siempre me ha dolido ver como la sociedad ha ido perdiendo costumbres muy bellas para reemplazarlas por cosas meramente tangibles y superficiales pero bueno, aquí el que está equivocado soy yo diría la mayoría, para los chicos de ahora ya no vale creer en la fidelidad y mucho menos en un amor puro construido con entrega y dedicación, su manera de ver el amor no tiene el valor que yo quisiera que todos le dieran, ya no son momentos especiales (en ninguna de sus formas) si no que hacen parte casi que de un protocolo y sin mayor relevancia que algo cotidiano. Ya no se tiene a una persona especial por quien tus sentidos enloquecen y su mayor presencia casi que un hogar en tu mente,  ahora se vive de gustos y de llevar la mano a una bolsa y escoger varios a ciegas, sin construir algo, sin plantar esos jardines de los que he hablado que llevan tanto esfuerzo... hoy un amigo me decía que la mejor solución es sentarse a esperar que algo bueno ocurra a cada uno y quería oponerme dando los ánimos de porque todo lo contrario estaría mejor pero debo confesar que no encontré un buen argumento por el cual objetar ello.
Hoy volví a ver un arcoiris en la ciudad luego de mucho tiempo, al volver de la universidad e ir caminando a casa una lluvia constante dominaba la gris Bogotá y mientras pensaba con la mirada baja en todo esto que he mencionado una brisa dibujó una sonrisa en mi rostro y me hizo volver a la realidad, me di cuenta de lo que pasaba a mi al rededor: caminando con tranquilidad en medio de la lluvia, mientras reía al ver como la gente corría despavorida para evitar mojarse y yo simplemente quería disfrutar el momento de perfección que el paisaje me ofrecía con un atardecer a mis espaldas acompañado de una lluvia que se hacía extrañar desde hace tiempo, regresaba a mis adentros y con la mirada en alto sentí una vez más orgullo de mi mismo, sabía que debía seguir confiando en mi y en quien soy, solamente debo intentar acostumbrarme a esta perspectiva del mundo que aunque tema de ella se que no puedo cambiarla porque es lo más acercado a la realidad que hoy por hoy reina en los corazones de las masas. Solo me queda esperar que la suerte y la casualidad jueguen su turno y algún alma deseosa de valorar y alegrarse con cada pequeño detalle, y sobre todo que goce de una comprensión inmensa se cruce en mi camino, pues los intentos de buscar no parecen estar dando sus frutos o creo que no es una buena idea proviniendo de una persona que le marca pasos a cada cosa importante en su vida, y que para bien o para mal no puede desligarse de lo que con tanto esmero ha edificado y bautizado como sus ideales que como pilares llevan sosteniendo su vida durante varios años.


Sean Felices.

martes, 8 de marzo de 2016

Lágrimas Deterioradas

Ya son cuatro años con la misma historia, volver a comenzar una y otra vez mi vida, con la esperanza de vivir una realidad ajena al dolor en cada intento, pero parece ser una maldición que no acabará hasta que le haga frente. Es deprimente tener que decidir el futuro de problemas que no son míos pero es lo que ellos que dicen amarme tanto quisieron que llevara a mis espaldas... siento que mis lágrimas ya están tan desgastadas y han sido derramadas tantas veces en vano que no podría volverlo a hacer una vez más. Todos estos años debo decir que había tenido el privilegio de tener alguien con quien compartir mis monótonas alegrías y mis eternas tristezas impuestas, Grazia y Alison fueron mi compañía durante esas amargas mañanas llenas de incertidumbre y angustia, tal vez no lo consideraron de manera que hubiera deseado o puede que ni lo hayan tenido en cuenta a juzgar por sus opiniones y su frío corazón cuando el orgullo las dominaba, pero en su tiempo para mis ojos ellas fueron mi escapatoria y mi luz en tan tormentoso y oscuro camino. Ahora estoy solo, intentando ser fuerte solo con la aburrida frase tan malgastada de "No tiene por qué afectarte" tan insensible como quienes constantemente me la repiten, como si todo fuese tan sencillo, como si no hubiera expresado mil veces lo que yo siento que con esfuerzos inútiles se sobrepone solo en mi mente a lo que ellos quieren que sienta. Hace dos años olvidé totalmente este lugar pues durante ese tiempo compartía mis pensamientos con el Lirio Rojo y posteriormente con la Rosa Azul, dos personas que en su momento me abrazaba  a su corazón y me susurraban "todo estará bien", no necesitaba venir a hablar conmigo mismo pues para mi ellas eran parte de mi vida, mi complemento. Estos meses que he estado tratando de llevar todo con la paciencia y la prudencia que algo de calidad requiere, dándole tiempo al tiempo y analizando cada pensamiento y sentimiento de las personas del día a día... empiezo a perder mi paciencia con la presión que este eterno problema ejerce sobre mi y quisiera mandar todo al garete y buscar de nuevo una solución temporal, arriesgada pero que sé que mantendría la calma de mi corazón hasta que los absurdos aplazamientos cesen. El hedor del odio lo empiezo a percibir, me acecha en la cercanía esperando el momento para dominarme y llevar mi mente en contra de quienes persisten en aprovecharse de mi bondad.


Intenten ser Felices.

viernes, 4 de marzo de 2016

Las Adaptables Risas

Ha sido un día bastante entretenido debo decirlo, por lo menos desde mi perspectiva así fue. Desde hace unas semanas mi profesor de ecología había pedido un formato para poder asistir a la salida de campo y dio un plazo para entregarlo, yo y mi increíble nivel de responsabilidad jamás lo entregamos por lo que tenía dos opciones: 1) Resignarme a no tener salida de campo, perder notas y a quedarme a dormir hasta tarde o 2) Colarme en la salida de campo llegando al lugar por mi propia cuenta, sin poder ir en el bus con mis compañeros y sin tener que pasar por los controles de asistencia. La decisión del representante suplente de la clase (o sea yo) era lógica, el llamado de la jungla era real ¿y quien soy yo para ignorarle? nadie evidentemente, simplemente hice caso a mis instintos de biólogo y con otros amigos planee desde hace tiempo cómo llegar al lugar como infiltrados. El día de la salida por fin llegó y desde el momento en que desperté lo tenía todo claro o, bueno, por lo menos la teoría pues la práctica era muy dependiente de las condiciones que presentara el camino, y vaya condiciones con las que me topé... Al llegar al portal de Transmilenio un trabajador de allí comenzó con lo que sería una cadena de pésimas indicaciones, como si todas las personas que eventualmente me "guiarían" estuvieran confabuladas para hacernos perder de nuestro destino. Esperé allí a mi amigo Andrés uno de los dos compañeros con quien había planeado reunirme para ejecutar el plan ya mencionado, fuimos hacia la estación del terminal y allí unos policías nos dieron indicaciones para llegar a nuestro destino, erradas obviamente, pero en su momento las creímos, mientras esperábamos otro bus Kevin nos llamó para notificarnos que ya estaba cerca y que lo esperáramos, así fue y ya los tres seguimos nuestro camino; llegamos a un centro comercial en el que se suponía quedaba cerca el humedal que buscábamos, como bien dije la práctica no estaba tan clara que digamos, así que tocaba improvisar y llegar a Roma preguntando, le preguntamos a un celador, este no sabía donde quedaba exactamente pero para él un río era igual a un humedal así que optó por darnos un camino que por lo visto para todos los trabajadores de los alrededores era el correcto en sus conceptos para llegar al humedal Guaymaral, siguiendo el camino terminamos en una carretera en el campo, a la orilla del camino con los autos pasando muy cerca mientras intentábamos comunicarnos con nuestros compañeros que ya había llegado al humedal, vi unos arbustos de mora y no dudé en ir a darle una probada a los frutos de mayor madurez; mientras arrancaba la mora más oscura y cercana que vi, una silueta café se desplazó con agilidad en la base de los arbustos, al parecer lo que estaba haciendo era robandole la comida a un curioso grupo de Curíes que allí habitaban, la alegría que naturalmente ya sentía por el hecho de estar perdido (que normalmente sería algo desafortunado para muchas personas) acrecentó al haberme topado con estos amiguitos peludos, estaba impresionado pues en mi sentido común no cabe que haya este tipo de fauna en un lugar tan relativamente cerca a la ciudad y a lo que esta misma denomina "civilización"; en el fondo este momento me transmitía un mensaje de esperanza que tal vez el camino que había decidido tomar en la vida era el correcto y con una sonrisa seguí con mi incierto camino.
Mis amigos estaban estresados por estar perdidos y sin saber a donde nos llevaría el camino por el que corríamos, yo por el contrario me sentía más feliz que nunca e intentaba tranquilizarlos transmitiéndoles tranquilidad cosa que no tenía mucho efecto que digamos, al final luego de recibir indicaciones de otras 5 personas o más terminamos por fin en el camino correcto, corríamos pues no sabíamos si el grupo ya estaba recorriendo el humedal y por ende si tendríamos que buscarlos, me sentía bastante agotado en comparación con mis amigos, la edad tal vez (?) o simplemente el hecho de no hacer nada de ejercicio con regularidad desde hace 3 años. Llegamos, habíamos triunfado pues el grupo aún no salía del punto de encuentro y pudimos entrar a la actividad de mayor prioridad antes de la caminata, bastante satisfacción sentía al contarle a mis demás amigos lo ocurrido, mientras a lo lejos veía a esas dos personas que se tornaron especiales para mi desde hace un tiempo, para mis adentros me alegraba de que estuvieran presentes aunque ni siquiera les hablase en ese momento y que con una de ellas tuviera un problema supremamente absurdo pero que nos mantenía distantes por su voluntad, en fin, es algo de lo que hablaré pronto pero no en este escrito.

Mientras pensaba en mis siguientes pasos a dar en ese rompecabezas de la innegable atracción y curiosidad, la caminata ya había iniciado y ya estaba programado para enfocarme en mi trabajo, la vocación me obligaba a llevar toda mi atención en el medio y en el conocimiento que la persona encargada de guiarnos nos otorgaba, en medio del grupo me encontré con una de ellas, despedía una sonrisa radiante y fui hacia ella, estaba preocupado pues era consiente de que hace poco había pasado momentos muy tristes y teniendo en cuenta lo poco que conozco sobre sus sentimientos estaba casi seguro que algunas lagrimas habría derramado en su momento, me sentía en el deber de hacerla sonreír y  que pasara un buen momento para que olvidara sus problemas así que forme equipo con ella para realizar el trabajo que nos había encargado el profesor, por momentos tomaba nota y para el final tomé fotografías, es algo que me agrada muchísimo (y que creo que pronto comenzaré a atesorar en mi diario =) ) pero por momentos no sentía que tenía el tiempo necesario para captar con plenitud la belleza de la vida debido al ritmo de la caminata, concluyendo este pequeño viaje con las cosas que nos decían comprendí una vez más que el asunto ambiental es complicado y que el futuro de el depende casi que plenamente de nosotros los que amamos la vida... subiendo al bus que me llevaría a la universidad para continuar con mis clases terminó aquel jueves. 


Sean Felices.