martes, 27 de octubre de 2015

El Jaguar de la Paciencia y la Decepción

Llevaba toda la semana pasada ansioso porque llegara el viernes, el aburrimiento ya se había hecho mi mejor amigo y necesitaba con urgencia cambiar de aires al menos por un par de días, llegado ese día con el clásico viaje en transmilenio, quede de encontrarme con mi madre al salir de su trabajo e ir juntos al norte, la costumbre al viaje ya hacía que se me olvidaran las incomodidades y el largo tiempo de espera para llegar a mi destino, esa tarde no había querido almorzar en casa de mi abuela, y por terco resulté el resto de la tarde con hambre, pues pensé que mi madre saldría más temprano ese día. Al norte también iba con un plan, iba a organizar una reunión con mis amigos en mi casa, como para variar de lugar, el sábado había sido el día acordado por lo que esa misma noche estuve comprando algunas cosas para ofrecerles esa tarde que vendrían. Arreglamos un poco la casa, mi madre es una obsesionada con la limpieza y más aún cuando es consiente de que entrarán visitas, por lo que hubieron unos cuantos mantenimientos que en mi opinión estaban de más, pero bueno, ya estoy acostumbrado a ese tipo de cosas con ella. En la mañana como es costumbre cuando voy a quedarme a esa casa, me despertó mi madre temprano en la mañana mientras se alistaba para ir al trabajo, le ayudé en algún pequeño detalle que necesitara antes de irse y me acosté en el sofá de la sala y prendí la televisión, me sorprendí al ver que pasaban un anime traducido en un canal nacional, era sobre fútbol, luego de un rato se veía bastante entretenido y lo siguiente que recuerdo es haber despertado cerca al medio día, me alisté y fui a un café internet a verificar quienes iban a venir y quienes no, poco transito de palabras desde la última vez que les hablé, dentro de mí ya me las pescaba que iban a faltarme aquella tarde. Volví a casa para esperarlos, almorcé saltándome el desayuno, pues ya era bastante tarde, quemé las horas entre la tv, un poco de música y dormir un rato, dieron las 4 que fue la hora en la que les dije que los esperaba, coloqué mis discos de Daft Punk y Mägo de Oz y decidí pasar el tiempo dibujando algo más para mi folder de los recuerdos; es un lugar en donde guardo muchos objetos y papeles que en algún momento de mi vida tuvieron un gran significado, dentro de el se encuentran cosas como las cartas y dibujos que nunca pude entregar (o no quisieron recibir de mi) a el Lirio Rojo y la Rosa Azul, una foto de lo que era mi familia, mis boletas de mis conciertos de Mägo y muchas cosas más. Saqué mi viejo álbum historia Natural de Jet y busqué entre sus laminas una que me gustara, no tarde mucho para dar con mi elegido de la tarde "El Jaguar", debo decir que era una tarde de inspiración comenzando por haber tenido el impulso de dibujar, el folk metal de Best of Oz a todo volumen y el melancólico Random Access Memories eran la perfecta combinación que acompañado siempre de mi canto y los trazos de mi lápiz, se veía bastante bien terminados los trazos pero no me terminaba de convencer, pensaba que los tonos de su piel eran lo que le daban la esencia y solo con lápiz no se podría resaltar esto en un jaguar, no soy muy amigo de los colores, pero decidí arriesgarme esta vez y probar suerte a darle color, en un inicio no me gustaba como iba quedando, de hecho, me parecía tan mal que pensaba en desistir con el dibujo e irme a acostar en el sofa de nuevo, afortunadamente tengo la idea en mi mente de que solo puedo juzgar un dibujo hasta esté terminado, los colores continuaban, distinta gama de amarillos y cafés a medio dibujo las cosas no iban tan mal en el fondo me iba gustando, lo que realmente iba mal es que ya iban a dar las 7 de la noche y ni una llamada ni un timbre a mi puerta, la verdad ya sonaba más fuerte que mi música: me habían fallado. 
Con el tema final de Folk Metal "Requiem" paré de colorear a mi jaguar, mis cánticos eran conscientes de que el tiempo pasaba y se hacían más débiles y tristes, mi paciencia había terminado y la mentira se había hecho insostenible, ya estaba decepcionado de mis amigos. Subí un segundo al baño a refrescarme la cara y a peinarme (para variar) al salir me encontré de frente asustándome un poco con mi madre, acababa de llegar, me sentía en ese momento tan vacío que pocas ganas tenía de interactuar al menos con un saludo, a duras penas lo hice y bajé de nuevo a guardar todas mis herramientas de inspiración, de vuelta al cajón no tan secreto donde descansa siempre mi folder en mi ausencia. Compartí un rato de la noche con mi madre, cenamos un poco de tv y encendí mi nintendo pirata para jugar al Mario 3 (el de la cola de mapache), mi madre acostada en el sofá se reía mientras me veía jugar, ella conocía bien el juego, tuvo sus épocas en las que esa consola era su mayor entretenimiento y bueno... así pasaron las horas, rompí mi record en cuanto a nivel alcanzado, ya era bastante tarde y mi madre ya se había quedado dormida allí, el asunto de no tener internet en definitiva me obliga a no tener otra escapatoria que acudir a la odiada tv, tonterías para entretenerme al final decidí ir a la cama, todas esas noches no pude conciliar el sueño de manera rápida, al final ni pude dormir para sorpresa mía ya había amanecido, hace mucho que no sentía que el tiempo pasaba tan rápido y al caer en cuenta de la hora me impresionaba de tal manera, termina siendo uno de esos pequeños momentos en la vida que valoro y una buena sonrisa me pintan. 
Ya era domingo y habíamos quedado con mis amigos en vernos al medio día, no pensaba ir pues aún me dolía lo del día anterior, así que preferí pasar el día con mi madre, era día de elección de alcaldes en el país y no estaba dispuesto a gastar dinero en transporte para dar mi voto a una causa en la que ochocientosmil bolardos estaban en desacuerdo, un pensamiento pésimo pero una excusa al fin y al cabo para no salir de casa y echar el futuro a la suerte desde el sofá, no hubo suerte y solo queda quejarme sin certificados para hacerlo como el típico idiota como el que me comporto siempre.
De regreso al sur, me había traído el viejo micrófono del pc de mesa de mi madre, llevaba 15 años sin usarse pero tenía que probar suerte, varias de mis compañías esenciales quería comunicarse conmigo más allá de las letras y como buen hombre cumpliendo mis promesas estaba, algunas no se esperaban que mi voz fuera así; Liz dice que se ha enamorado, Rodo se ha sorprendido y los chicos de Paranoias confirmaron de que no era mujer (rofl) en fin, ya han pasado cuatro días desde el viernes con el que comencé esta entrada, más tarde en la mañana tendré una entrevista que definirá que caminos tome para buscar mi sueño con Gaia, estoy feliz, aunque haya pasado un rato de decepción, la música ha sido protagonista estos días y me ha mantenido con la común esperanza que me caracteriza, más tarde una cola de caballo, una camisa azul y a darle un vistazo a un posible futuro lleno de oportunidades. 


La canción de esta noche me la enseño David hace unos días, debo decir que tardé bastante en pensar el tema de esta entrada y al final me decidí por este, una canción que recién conozco y me alegra bastante su melodía, ojo, nada de mal entendidos con la letra! la tranquilidad del tema es el corazón de esta noche. 

Sean Felices

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