sábado, 26 de noviembre de 2016

Rework



Éstos días previos a mi viaje he estado pensando mucho en este particular asunto del "Rework", tomé una costumbre desde hace meses de anotar y organizar todo en listas para evitar olvidar algún detalle que considere importante, y la verdad es que causa bastante gracia ver lo que anoté para los cambios de estos meses, llegue a sentirme ridículo con las cosas que escribía, pero por suerte en ese caso el público solo soy yo. Cosas interesantes que alguna vez leí las incorporé a modo de prueba, cosas que siendo la persona que soy actualmente haría a forma de evento histórico pero que he querido hacer parte de mi proyecto de vida, métodos netamente físicos; sin embargo, aún hay algo que ha quedado en espera pues aún no encuentro una solución clara: la parte sentimental. Hace dos noches, durante una reunión en la casa de Diego, pensaba sobre qué debería modificar en mi forma de ser a la hora de encontrar el amor y amar, veía (como estoy acostumbrado desde hace 6 años) las formas desesperadas de otras personas de buscar a alguien, sin importar cuantas fueran y mucho menos quien fuera, siento que esto me molestó un poco y no sé cual sea la razón exactamente, puede que haya sido algo personal, aún no lo descarto, pero analizo la situación y gastarme en ello es como molestarme porque la gente respire, es algo que parece ser inevitable en la sociedad de hoy en día, o al menos eso quiero creer para evitar tener altercados directos de nuevo. Lo que ocurrió hace dos meses con Grazia fue algo necesario, pues ahora, luego de contemplar a mente fría las condiciones ya sé que es un camino casi imposible que no me conviene seguir explorando ni siquiera por atajos más saludables, la sigo apreciando mucho pero cegarme a no encontrar alguien mejor que ella es algo totalmente errado que parece ser un espejismo creado por el miedo a encontrarme una vez más con una persona parecida a Alison. Todo esto está causando que las personas que quizás puedan tener un espacio en mi vida estén expuestas a los típicos oportunistas insensatos que sin una gota de descaro atacan a luz diurna, ¿puede ser esto algo de lo que me arrepienta a largo plazo? ¿debería dejarlo pasar y centrarme en otras cosas aún más prioritarias para mi vida?... son preguntas en las que tambaleo, sin embargo no descarto una puñalada que no podría ignorar ni porque así lo desee, aunque no lo parezca, no hay nada que realmente pueda engañarme o se pierda ante mi silenciosa percepción. Qué sería de mi si no hubiera perdido la confianza en las personas, si no supiera que posiblemente tras una pregunta haya una verdadera segunda intención... en fin, el pasar de los días hablará por si solo y el telón caerá, la audacia quedará reducida a una risible miseria.
Me alegró volver a ver a Diana, desde que se fue de la universidad no la había vuelto a ver, siempre que hablo con ella me recuerda a como era yo hace unos tres o cuatro años; comentándome alguno que otro problema siento como los recuerdos vienen a mi, como si tuviese ya la solución a todo, la aconsejo con calidez. Las relaciones que he tenido con las personas que se fueron ya de la universidad pueden no haber sido las más profundas, a pesar de ello hay tantas cosas que he visto por mi propia cuenta en el fondo de sus corazones que el apego se hace un poco más grande, tan interesantes y con tanto por dar. 
Antes de irme a cumplir mis metas sólo me resta recargarme aún más de música que me acompañe en este largo e interesante viaje, del que me llevaré inolvidables imágenes y abundante experiencia para seguir el camino que ya me había propuesto, sin desistir ya más.

Sean Felices. 

martes, 22 de noviembre de 2016

Una Nueva Oportunidad


Las dudas fueron despejadas y un veredicto benevolente anunciado, no podía ignorar mis pecados, no soy lo suficientemente deshonesto como para negar mis acciones y recibir un premio a cambio de ello, el trato debe ser justo y sin trucos, a mangas descubiertas. Aunque muchos puedan llegar a decir que soy un tonto por actuar de ésta manera, es inevitable ya que es un defecto de fábrica y de crianza mayormente. Durante el semestre y especialmente en el último mes no tuve el mejor desempeño y con seguridad lo aclaraba ante el profesor, era totalmente consiente de que quizás por esas palabras terminaría sufriendo, pero juego bien mis cartas, la suerte está echada, si la partida he de perder que al menos sea con un trago final de honor. Un pacto que prevé horas de esfuerzo a las que ahora no estoy acostumbrado, me salva la vida y de horas de pensar en mi futuro cercano con preocupaciones a la batuta, el sol prevalece ante la lluvia novembrina, dándome una vez más su mano. 
Se trazarán los planos de una mejor existencia y solo me resta agradecer a "El que posee el conocimiento". 


Sean Felices.

domingo, 20 de noviembre de 2016

Sepultado entre Segundos (Parte 2)

Como decía en la entrada anterior, hablar de lo ocurrido en dos meses es complicado, por lo que consideré debía hacer una segunda parte atando algunos cabos sueltos.

Luego de regresar a mi casa con mi amigo y de saber los resultados del Plebiscito me dispuse a realizar un trabajo pendiente para el Lunes, sin embargo los resultados de la votación era algo imposible de ignorar entre las multitudes, al ser una diferencia mínima entre ambas opciones las discusiones y peleas abundaban por doquier, en este caso mi disgusto fue con mi amigo Andrés; confiaba hasta la fecha que había logrado enseñarle muchas cosas gracias a que con el era con quien más había compartido mis formas de pensar y de llevar la vida, a quien más había intentado evitar que cometiera los errores que me costaron en el pasado, pero parecía que todo había sido en vano, ese día escribió a todo el grupo "Lo siento, pero voy a votar por el No", en ese momento (en la mañana, horas antes de saber los resultados) solo me sentí decepcionado, sin embargo ya teniendo el No como respuesta definitiva comenzó a burlarse y a tomarse este tema como si fuese cualquier cosa pasajera, como si las vidas perdidas de todos aquellos inocentes Colombianos hubieran sido un chiste, como si el futuro de mi familia e incluso la suya no tuvieran importancia; la mezcla entre decepción e ira me hicieron tomar la decisión de volver privado este Blog, de nada servía enseñar mi manera de ver el mundo manifestada en cada error que cometía y solución que otorgaba, si en quienes confiaba que adoptarían el modelo de sabiduría para progresar lo despreciaban y escupían de esa manera.
A partir de ese día empecé a sentir asco cada que salía a la calle, con solo mirar a las personas pienso que posiblemente hicieron parte de aquel aquelarre de ignorancia, envidia y egoísmo llamado "No", o peor, que ni siquiera tuvieron la responsabilidad y la cara para salir a votar y decidir algo tan importante como el futuro del país en el que viven. La gente buena que yo consideraba era la mayoría que habita el país, resultó ser solo una minoría, y con razón, a mi mente venía ese popular estudió que se publicó hace tiempo hablando de que Colombia era el sexto país más ignorante del mundo, perdí todo sentido de pertenencia y orgullo por mi país, a la basura junto con toda esperanza de un futuro mejor; estoy viviendo en un país dónde todo el mundo se preocupaba más por ir a ver un estúpido partido de fútbol que por ir a votar para mejorar su propia calidad de vida y la de las personas, ya estaba dicho, este no es mi lugar y lamentablemente nunca lo será teniendo personas con maneras de pensar tan nefastas.

Al estilo de la época medieval, el pueblo está siendo administrado por la iglesia, por su señor feudal y en este caso la prensa paramilitar de RCN. Gran parte de los votos fue manipulado por la iglesia Evangélica-Cristiana, quienes a partir de su clásico ingrediente (la ignorancia) clamaban que los acuerdos de paz harían de Colombia un país de homosexuales e injusticias, que a la hora de la verdad solo estaban en su putrefacta, corrupta y avariciosa mente. Particularmente en mi caso no siempre tuve mis actuales inclinaciones políticas y religiosas, pues suerte (por decirlo de alguna forma) creí en la iglesia Evangélica-Cristiana durante mi pre-adolescencia gracias mi abuela quien me hablaba siempre de su religión y me llevaba a los cultos en su iglesia, más temprano que tarde iba cayendo en cuenta de la realidad de las cosas, muchas veces vi como mi abuela colocaba billetes de diezmil pesos en los sobres de los diezmos para ofrecer a la iglesia, aunque en casa no se llegara a fin de mes, para luego darme cuenta de los lujos y enormes tierras de las que gozaban los dichosos "pastores" líderes de las iglesias, en este caso el farsante de Eduardo Cañas Estrada. Quizás me estoy tomando esto demasiado personal pero lo cierto es que me duele que mi gente esté tan cegada por la ignorancia, en fin, mi caso era igual en cuestiones políticas, nunca tuve ningún interés por la política del país y sin embargo cuando me pedían hablar de ella yo repetía lo que escuchaba del televisor cual loro adiestrado, era un total idiota y el mismo modelo de títere del que están hechos hoy en día más de la mitad del país, afortunadamente encontré la cura por mi cuenta, la luz a la oscuridad de la ignorancia, leer; me empecé a informar en diversas fuentes, a comparar y a crear mi propio criterio, y no solo repetir lo que los medios querían que yo pensara, escogí a quienes realmente representan mis ideales pero esta vez con argumentos y con acciones verídicas por parte de estos, empecé a sentir la verdadera libertad por primera vez en mi vida, el crecimiento personal.

Como había mencionado antes, me plantee hacer cambios notorios para mi vida, un "rework" (le comenté a mis amigos), pues me dí cuenta que he dedicado demasiado de mi tiempo y tranquilidad a cosas que solo han logrado deteriorarme, como lo es la situación política del país y asociada mi constante preocupación por las personas que ni siquiera conozco. Además, físicamente me encuentro muy mal y lo mejor que ahora considero es dedicar toda mi energía en reconstruir mi vida y futuro sin estar preocupado por gente que no me aporta nada, como siempre he dicho, las personas solo aprenden a las malas, estrellándose solas contra el muro, es tiempo perdido intentar enseñarles. Ahora viajaré a la tierra de la tranquilidad y el aire fresco, la aprovecharé al máximo contrario a lo ocurrido hace año y medio, cuando me encontraba en el limbo sin saber que sería de mi futuro con Alison, pero a la vez deseando un cambio, este viaje será únicamente para mi, para seguir progresando y superar los obstáculos que yo mismo he puesto en mi camino de baldosas amarillas.

Sean Felices.

sábado, 19 de noviembre de 2016

Sepultado entre Segundos (Parte 1)

Dejé varias entradas a comenzar en lo que ha corrido de este y lo que fue del anterior mes, bueno, realmente solo fueron dos o como mucho tres, y todo esto porque considero que no he tenido tiempo para dedicar a este blog, aunque lo he querido, en numerosas ocasiones el cansancio o el sólo ver la hora y ser consiente de que tengo que madrugar para ir a la universidad desvanece por completo aquellos deseos. Supongo que subiré aquellas letras sin terminar dejando alguna idea de lo que iba a tratar dicha entrada, ya que lo ocurrido en ese momento ha sido parte importante de mi reciente historia; por lo pronto me dedicaré a resumir lo ocurrido hasta ahora y la visión que tengo de mi vida en este momento.
Después de esa última vez que salí a tomar a la casa de Diego y tuve esa pelea con Olaya llegó el día de las votaciones al plebiscito por la paz, sentía que el Sí era inminente, en ese momento creía imposible que hubiera tanto imbecil en el país, aunque en el fondo se me hacía raro creer eso ya que por las personas no suelo dar ni un centavo, pero en esa ocasión estaba convencido de que la paz era inminente, que saldría nuevamente a celebrar el progreso del país... grave error. Paseaba por la avenida principal más cercana a mi casa camino a ella con un amigo de la universidad, en ese momento hacían el conteo de votos cuando por curiosidad quise ver como iban los resultados, el NO iba ganando por muy poco, no le dí mucha importancia hasta que con el pasar de los minutos el porcentaje de conteo creció a tal punto de haber muy pocas posibilidades de cambio para los resultados finales. En un principio lo tomé como una decepción cualquiera pero con volver a echar un vistazo a todo aquello que pudo haber sido, que pudo haber mejorado, mi mente se nubló hasta el punto de oscurecerse, el odio germinó más rápido de lo que jamás creí que lograría un sentimiento como este en mi y la confusión sería el piloto elegido por la semana que vendría a partir de ese momento. Recuerdo que una mañana me encontraba muy deprimido y le escribí a Grazia, le conté todo lo sucedido, tanto en la casa de Diego como todo lo relacionado con el Plebiscito, digamos que en ese momento nos volvimos un poco más cercanos, igual, no cualquiera le digo que la amo... me sentía un poco mejor con sus palabras llenas de calor y consuelo, antes de escribirle había estado dando muchas vueltas a la idea de cambiar mi manera de ser y hasta mis aspecto, le comenté sobre ello y me pidió "por nada del mundo cambies tu esencia y la dulzura que te caracteriza", decía que gracias a muchas de las cosas que compartimos en su tiempo fue que decidió no rendirse en varias ocasiones. Seguramente esa pequeña charla en lo que llegaba a la universidad me hice reconsiderar esas ideas locas que tenía, o al menos modificarlas un poco y quitarles lo radical que aspiraban ser.
Por ese momento el profesor de Química estaba dejando trabajos semanalmente, incluso estuve haciendo estos el por los días de mi cumpleaños, fue un evento quizás inesperado el recibir tanto trabajo de la noche a la mañana y volverse algo constante sin un fin aparente, me estaba esforzando mucho las primeras semanas, todo gracias al gusto y agrado que había adquirido por esta materia, pero no pasó mucho tiempo para que luego de todos estos talleres y trabajos retornaría el desprecio y una serie sentimientos que con seguridad me hicieron tomar una decisión errada. Hacía no muchos días había pasado el cumpleaños de mi padre, yo me encontraba hundido en esos talleres, un día de esos mi padre me preguntó que si saldríamos y le comenté que estaba muy ocupado con todo eso, que quizás si lograba terminar todo en un solo día se podría el domingo; las toneladas de estrés que cargué eran incontables, aparte de ser malo para todos estos cálculos me molestaba el hecho de no tener la certeza de saber si estaban bien o mal, quisiera o no me tenía que obligar a aceptar las babosadas que escribiera, pues el tiempo no daba para recapitular errores... terminado (o lo más parecido a esto) el trabajo, mi compañera terminó cansándose de mi, y con razón, tanta mediocridad termina por agotar a la gente, por un momento me molestó pero al final terminé por resignarme a la realidad, pasaron unos pocos días en los que creí que ya no habrían más trabajos, que podía volver a estar tranquilo y entender cada cosa con el tiempo que yo requería, pero no fue así, un anuncio de dos extensos trabajos me legaron al correo, mis niveles de frustración escalaron hasta los cielos, ni siquiera mi cuerpo quería continuar, me enfermé, y no era cualquier cosa, era totalmente consiente de que era una señal de que tenía que parar, ya no daba para más, y aunque por puro reflejo tuve la intención de realizarlos en el fondo me negué rotundamente a continuar con aquella inútil metodología de aprendizaje propuesta, necesitaba un respiro, llevaba más de un mes sin descansar además de tener que hacer otros proyectos y trabajos para las demás materias, la Química estaba consumiendo mi vida y ya no tenía tiempo ni para navegar en mis pensamientos, era un muerto en vida.
Todos estos eventos que he contado esta noche tienen un desenlace desagradable, al final resultó que perdí de nuevo la materia, asunto que dejó un montón de vacíos en mi interior y preguntas a las que siento terror responder como: ¿Realmente sirvo para esta carrera? Si no sirvo, ¿qué haré?. 
Contar todo lo ocurrido en dos meses es difícil, pero es importante resaltar que todo esto es mi culpa, tanto lo que sufrí a causa de la paz de mi país como el haber perdido la materia. Hablé mucho de estar asfixiado entre talleres, pero si no me hubiera rendido no me encontraría en esta difícil situación en este momento, él no es un mal profesor, es muy bueno e incluso una buena persona, a pesar de que yo no esté de acuerdo con aquella metodología. Quizás algún día cuente con todos los detalles que requiere cada una de estas historias, ahora lo único que quiero es renovarme, volver al lugar del Aire Fresco y encontrarme una vez más conmigo, dedicar un tiempo para mi alma y hasta para mi cuerpo (que realmente necesita ponerse en forma de nuevo), tal vez allí encuentre las respuestas de aquellas preguntas a las que temo. 


Sean Felices.