A la mañana siguiente mi día inicia de la mejor manera, el profesor de química me sorprende con un correo en el que anuncia a todos que habrán más notas y por lo tanto más chances de aprobar la materia, en verdad estaba feliz, de seguro la gente que iba por la calle me veía la cara de idiota, riéndome sin razón aparente, era inevitable para mi hacerlo. Recibí mi clase de Historia de la Ciencia, una de mis preferidas pues siempre me han agradado las clases que me llevan a una reflexión interna y ésta es de las pocas, acabada la clase intentamos de nuevo entrar ilegalmente al bosque de la universidad y de nuevo fracasamos, en definitiva desde las primeras veces que nos descubrieron colocamos a los celadores a hacer su trabajo mejor que nunca, y con total certeza lo digo, ya hasta predicen nuestros movimientos. En fin, el plan del día estaba ya anunciado a mis amigos desde el día anterior, por estar aplazando el realizar una acción social que teníamos como tarea de realizar desde hace varias semanas, terminamos por decidir el ir a recoger basura de un parque del pueblo más cercano, y así fue, luego de acomodar unos cuantos desajustes de horario entre nosotros procedimos a ir a tomar la flota que nos llevaría a nuestro objetivo; eramos Juandi, Sebas, Paquito, Kevin, Andrés y yo, desde que partimos desde el Complejo notamos que Juandi no se encontraba bien de ánimos, no era el Juandi de siempre, así que durante el viaje en la flota intentamos animarlo y escucharlo para encontrar tal vez una solución a su particular problema. Al llegar al centro del pueblo fuimos en busca de un puesto de arepas que según Sebas y Juandi eran supremamente óptimas, dimos vueltas bastante tontas por las calles, se notaba a leguas que no conocíamos bien el lugar, encontramos el sitio pero se había acabado la razón por la que lo buscábamos, el hambre exigía un nuevo lugar con prontitud así que entramos al restaurante de al lado y pedimos la versión de arepas que ellos nos ofrecían, fueron 5500 pesos bien invertidos, es decir, volveré a ese lugar cada que visite el pueblo pues fue un almuerzo que valió la pena en lo absoluto, y sí, con todo y categoría de almuerzo se quedó dicha comida. Saliendo de allí mi espíritu consumista resucitaba y no me pude resistir a la tentación de los "helados San Jerónimo" una marca muy conocida en el departamento y municipios aledaños, bastante caros pero no lo pude evitar y compré uno de maracuyá, mientras me lo comía hice un pequeño descubrimiento y es que al parecer todos los helados de allí saben igual, sin importar el sabor del que se supone están hechos, luego de eso en busca de otro parque (ya que el que se suponía íbamos a limpiar estaba muchísimo más limpio de lo que esperábamos) nos cruzamos con una tienda de artesanías, desde hace tiempo con mis amigos veníamos buscando un lugar donde comprar unas manillas, que pudiéramos tener cada uno como un simbolismo y que fueran dentro de lo posible similares, dimos con el lugar pues eran bastante económicas y justo lo que buscábamos, entre chistes hasta el vendedor se nos quería unir a nuestro ritual amistoso, salimos de allí con la manilla que cada uno escogió, terminamos en medio de la plaza de la estación del tren y procedimos a realizar el ritual, tratando de improvisar algo propuse que de izquierda a derecha se ataran las manillas los unos a los otros, todos nos llegábamos a sentir ridículos pues ten por seguro no es normal ver a seis hombres formados en circulo en la mitad de una plaza con palomas volando a su alrededor y colocándose pulseras con estricto protocolo entre ellos, pero vamos, fue un momento bastante singular y especial, digno de recordar cada que tornemos la mirada a la muñeca de nuestra mano derecha. A lo que vinimos íbamos, así que encendí el vídeo y entre risas comenzamos y realizamos nuestra labor de hacerle limpieza al que seguramente es el parque más largo del lugar, con reflexiones, historias y chanzas concluimos nuestra tarde volviendo a la ciudad en el tren. Llegué a mi casa y revisando en internet alguna que otra novedad me encontré con un post de "El cuervo de la ira", otro nombre de mi mejor amigo, hablaba de un supuesto blog de un administrador de su sitio, como lo conozco hace más de 5 años ya me sé sus maneras de "auto-promocionarse discretamente" así que supuse que lo que encontraría en el link era de su obra, y efectivamente lo era, había iniciado su propio blog, me puse a leer desde las primeras entradas que había creado y para mi sorpresa me nombraba en la primera, lo que realmente era sorprendente no era eso si no que también nombraba mi blog; una de las razones por las que llevo enojado con él un buen tiempo y he perdido ánimos de enseñarle nuevas cosas es la poca atención que le dio a mi Diario cuando quise compartírselo, cabe recalcar que este lugar no se lo enseño a cualquier persona, solo a personas que yo considere que realmente valen la pena que conozcan mis pensamientos y no son muchas para ser sincero. Siempre respondía a momentos en los que yo mencionaba mi Diario cosas como "¿cual blog?", "¿escribir que cosa?" etc. Yo sé que él es bastante despistado pero pienso que debe entender que hay cosas importantes para cada persona a las cuales debe saber muy bien prestarle la suficiente atención en su debido momento o de lo contrario ocasionará este tipo de cosas que lo único que hacen por ejemplo en una persona como yo que le da tanta importancia a cualquier tipo de detalle, es que las relaciones se desgasten. He terminado bastante reconfortado pues por lo que leí en su blog, volvió a encontrar el mío no se como y a la vez leyó en él lo que tenía que leer para comprender esta situación que expongo. En conclusión de todo esto, me siento muy bien de nuevo con mi mejor amiga y mi mejor amigo gracias a las acciones que por sus iniciativas tomaron, ya era tiempo de que me hicieran caer en cuenta que estaba equivocado al pensar que las cosas se iban acabando poco a poco, hoy están más vivas que nunca, o al menos lo siento así en mi interior.
Sean Felices.
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