domingo, 31 de enero de 2016

Provocaciones Peligrosas

No suelo darle mucha importancia a los problemas minúsculos en este lugar, pero esta semana ha tenido tantos que ya es importante resaltarlo. 
Toda era felicidad y diversión hasta el miércoles en la tarde durante mi clase de matemáticas, entró un tipo a interrumpir la clase para enseñarnos a usar una plataforma de la institución, al ser tan repentina su visita creo que nadie estaba al ciento por ciento concentrado en lo que había comenzado a decir, de alguna tontería estaba hablando con mi amigo de al lado y una risa casi desapercibida solté, el tipo muy atento a mí sin esperar me llamó la atención, no hay lío por eso en lo absoluto, estaba en su derecho de hacerlo supongo, un rato después en la clase hicieron un chiste que ni escuché pero todos estaban riendo por ello; con un brazo en el escritorio sosteniendo mi rostro mientras escuchaba el patético sermón sobre comportamiento que le daba a la clase el individuo, de un momento a otro me pide que me salga del salón, le pido una razón y su mediocridad le impide dármela, él tenía que reponer la ridiculización por la que estaba sufriendo y no encontró otra manera que haciéndome perder el tiempo cuando no estaba haciendo absolutamente nada en contra de su discurso (que a nadie le interesaba). Estando fuera aproveché fui al baño y volví a esperarlo en un sillón fuera del salón, ya se había terminado la hora oficial de clase por lo que el tipo salió y le dije -ya puedo entrar?, a lo que responde -Si, desde hace rato,  eso solo empezó a encender la chispa de enojo que había intentado controlar durante la espera, -Ahora si me puede dar una razón de porque me ha sacado del salón?, le dije, el tipo me voltea a ver y acto seguido saca un teléfono y comienza a hablar por el siguiendo su camino, ya no controlé mi enojo y fui a perseguirlo, sin salir del edificio le grité -Eso que usted hace si es una falta de respeto, a la próxima no venga aquí a hacerme perder el tiempo. Entré al salón esta vez sin contemplar protocolos de discreción comencé a putear (dicese de insultar) a diestra y siniestra en un tono alto y sin importarme quien estuviera allí, no ví al profesor que aún permanecía allí el cual por respeto yo mismo me hubiera controlado, pero en fin, mis amigos también estaban indignados porque eran igualmente consientes de que me expulsó de la clase sin razón alguna. 
Yo soy una persona que evidentemente puedo llegar a ser la más agradable con todo el mundo, lo más buena onda que alguien se puede encontrar, pero cuando comienzan a meterse conmigo de manera directa y afectándome en algo tan importante como lo es mi tiempo (alguna vez le enseñé esta frase a una exnovia: "Valora a quien te da su tiempo, pues nunca lo recuperará") ahí la cosa ya se pone seria, si las cosas persisten puedo llegar a ser lo más fastidioso y desagradable que se hayan cruzado, mi mal humor es un asunto que a veces no controlo sus límites, afortunadamente siempre ando sonriendo y riéndome de la vida, por lo que no le doy mucha importancia. 
El Jueves llegaron mis clásicos problemas programados, casi cuatro años en la misma historia, una vez más a madrugar esperando que lo peor no suceda o aún más desagradable, que se sigan aplazando, la historia de todos los meses. Lo típico, se aplazó y yo por estar allí me estaba perdiendo de mis clases en la universidad, cuanto me hubiera gustado haber estado allí que prestándome para las estupideces ya denominadas clásicas de mis padres, luego de escuchar que había sido aplazado todo solo tenía ganas de enviar a la m***** a los jueces, abogados y todo ese circo del que también hacen parte mis dos familias. Estando en mi casa, estaba intentando relajarme y como ya es costumbre las malas noticias sobre lo que estaba haciendo el Visionario Peñalosa con mi ciudad, restando recursos para seguir pavimentando nuestra flora y fauna, deshaciendo los proyectos de Gustavo, etc. Creo que no hay un día en que no meta la pata, pero bueno, todas estas cosas las terminará pagando cuando mi pueblo se canse y empiece a ver con los ojos de la verdad y no la obra teatral que pintan sus medios de comunicación prostituidos. 
Para terminar contaré que en un rato me iré a alistar para ir a un parque de diversiones con mi padre, mejor amigo y su novia, tenía rato deseando ir a un lugar así, a ver si me olvido de todos estos pequeños dolores de cabeza y me pongo de vuelta a la carrera de la felicidad.


        "Ya nadie puede mis gritos ahogar, pues ayer aprendieron de rabia a nadar"

Sean Felices.
 

viernes, 22 de enero de 2016

La Cadencia de un Arma Conocida

Hoy termina la primera semana de estudio "oficial" en la universidad, lo más sobresaliente que me ha dejado ha sido unos buenos días de entretenimiento y unas quemaduras en la cara por el penetrante sol del campus cundinamarqués. Esa rutina de aplicarme cosas (como un bloqueador solar) no va conmigo, supongo que no soy el más aplicado en ese aspecto pues si empiezo a seguir alguna por el estilo tarde o temprano termino olvidandola y por consiguiente sufriendo las consecuencias de mi irresponsabilidad conmigo mismo. En fin, he pasado estos últimos diez días que no he pasado a escribir aquí ocupado con el apretado horario que me asignaron (Eso de llegar por las noches a la casa no es algo a lo que esté acostumbrado) y saltando de casa en casa, de norte a sur, de sur a norte, de flota a alimentador, de alimentador a transmilenio, etc etc. El asunto del transporte se ha tornado mucho más estresante por lo que comentaba en Simulacro de Angustias, pues gracias al ilustre Kike Peñalosa nuestro visionario alcalde, el transmilenio es mucho más costoso desencadenando eso en otras pequeñas pero hermosas desgracias para mi bolsillo, comentan que este es el año de las vacas flacas, pero yo para ser sincero las veo un poco más inclinadas a la anorexía en plena agonía y eso que apenas van tres semanas. El agobiante e incierto futuro cada día da más pistas de lo que podría revelarse ante nosotros tras estas evidentes aberraciones hechas por aquellos que mi pueblo ha escogido para manejar la batuta política, no pinta nada bien, pero como siempre he dicho hay que estrellarse contra el muro para finalmente aprender con puntos y señales como es que son las cosas, "entre más grandes son más fuerte les pego" diría mi estimado Rumble aplicandolo a la estupidez colectiva.
Me han asignado bastantes trabajos en la universidad, y destacando uno en especial: mis viejos conocidos informes de laboratorio, que en otros años de solo escuchar su contenido me empezaba a susurrar cosas al oído mi promiscua procastinación, pero este no fue el caso por suerte, la experiencia me hacía sonreír y tomar las cosas con tranquilidad y total cotidianidad, como si ya estuviera acostumbrado al ritmo, que no es así pero es una cadencia conocida ya, un ritmo interesante.
Al final he optado por vivir en el sur, vivir con mi madre no es saludable para ninguno de los dos, ella con su propio mundo de agobios sin sentido respecto a mi estancia y yo con sus prohibiciones y barreras a cosas tan básicas para mi desarrollo académico como lo es una simple linea de internet, no fue fácil dentro de lo que su relatividad concierne, me encontraba en el portal de transmilenio, me dirigía común y silvestre hacía el alimentador que me llevara a la casa del norte, pero frene un momento y me puse a pensar en que si realmente quería comenzar con el pie derecho debía organizar las cosas más simples y tangibles tan pronto me fuera posible, porque de pequeños problemas se forman los dolores de cabeza y es lo que más quiero evitar en esta etapa de mi vida. Fue triste la verdad, me estaba empezando a acostumbrar, me agrada estar con mi madre pero hay pensamientos y opiniones nuestras que son totalmente tajantes y diferentes a la hora de definir algo, era lo que pensaba mientras volvía al sur, contemplando el cansancio que se veía venir en mis madrugadas y noches en el sur a lo cual únicamente dije "Podría ser peor" mientras me colocaba mis audífonos y empezaba a sonar "On Melancholy Hill" de Gorillaz, pasaban recuerdos fugaces de Alison en mi mente, los desprecios que le hizo a lo que yo le dedicaba con tanto cariño, pero bueno que más da, la felicidad que me da la canción es más fuerte que los oscuros recuerdos casi borrados por el vaivén de la marea.


Sean Felices.

martes, 12 de enero de 2016

Sonrisas en el Cielo

Slowly rebuilding, I feel it in me

Hoy he llegado a casa con ganas de escribir pero sentí que me faltaba un empujoncito de inspiración más. Acabo de regresar de pasear a Zack en el parque, siempre que salgo a la calle en la noche lo más natural en mi es que me ponga a ver el cielo, las estrellas y la luna es algo que realmente me fascina espectar, aunque la contaminación lumínica siempre esté presente y por dentro me diga que no voy a ver nada, soy necio y de todas maneras busco las pocas estrellas que brillan más que las deprimentes luces del hombre, ninguna a la vista pero una luz brillante y alargada me hace mirar fijamente en su dirección, un Chesire sonriente (como lo bautizamos con una amiga de hace un par de años cuando nos sentábamos en el parque a ver el cielo), una sonrisa en el cielo o más comúnmente conocida como Luna creciente, automáticamente me hizo viajar a la última sonrisa en el cielo que aún nadaba en el mar de mis recuerdos... En medio del campo viendo como se desvanecía el atardecer llanero sintiendo una profunda y fresca felicidad que llegaba a mi con esas oleadas de brisa tan singulares. Son pequeños detalles cotidianos muy significativos, siempre que me he sentido mal por alguna razón aquella sonrisa en el firmamento me recuerda que hay motivos para seguir sonriendo aunque las cosas no pinten bien, esta noche no habían penas que la luna me hiciera olvidar pero si momentos divertidos que recordar y resaltar. Han sido días muy entretenidos en la Universidad, más de lo que esperaba, supongo que el popular tedio que está en el aire proliferado por la vox populi por estas épocas me hacía esperar las cosas con un toque de negatividad, para mi fortuna los hechos hablaron colocando patas arriba esa sensación, he sentido una interesante sinergia con mis compañeros y amigos, mi ideal de alegrar a la gente con mi tonto e inseparable humor ha tenido una gran simpatía con este interesante y particular grupo de personas, mis futuros colegas y compañeros de sueños. Al salir de clases hablaba con un grupo de ellos con el que casi no había podido hablar durante esta semana de estudio, me causó mucha curiosidad que la mayoría de personas con las que hablaba conocieran mi nombre, es decir, lo comparaba con mi nivel de memoria y a duras penas recuerdo el nombre de mis nuevos amigos y de algunos cuantos compañeros, me parecía raro que casi todos me diferenciaran con nombre añadido por lo que pregunté a ellos la razón si es que la conocían, varios intentaban decir algo similar hasta que uno de ellos dijo algo como "Como no, si es el popular del salón" a lo cual yo quedé como ??? , luego de pensarlo un rato caí en cuenta de que no había sido consiente del alcance de mis pequeños y constantes ratos de humor durante estas mañanas de estudio, fue agradable sentirme como un icono de alegría para ellos, y bien, de regreso a la ciudad veníamos charlando y durante este rato tocamos el tema de la intolerancia que popularmente se tiene como impresión de algunas universidades de la ciudad, un compañero tras contar su historia de las dificultades que había tenido para lograr lo que deseaba, comentó exactamente lo que hace días yo había dicho a mi madre sobre las apariencias (en mi anterior entrada lo coloqué), fue como si hubiera leído las cosas al pie de la letra, volteé a verlo con asombro y le di toda la razón a su comentario, es preferible que aquellas personas vacías o de irrelevancia en nuestras vidas tengan una idea errónea de quien somos para que a la hora de la verdad se estrellen con la realidad y el silencio sea su única opción.
Ayer mientras escuchaba música, en mi lista de reproducción aleatoria empezó a sonar "Always on my mind" tocada por los Petshop Boys, cover de la canción original de Elvis Presley, sentí una gran presión en el pecho, una tristeza y deseos de ahogarla con un trago de vodka, no tarde más que unos cuantos segundos en tapizar mi mente con recuerdos de Grazia, recuerdo que fue la melodía que acompaño mi petición de que recuperáramos al menos nuestra amistad, la extrañaba mucho y pensaba en lo que ella había sufrido y que tal vez yo nunca la pude acompañar, en lo imperfecto que soy pero a la vez en el gran amor que sentí a pesar de las difíciles condiciones que en aquel entonces nuestra relación pasaba, no he vuelto a saber nada de ella desde la última vez que vino a buscarme, donde me expresó que aún sentía algo muy fuerte por mi pero que lo mejor para ella era olvidarme y seguir con su vida, le dije la verdad, de las cosas que viví, las que sentí, las que no pude y las que quise sentir, no obstante la apoyaría en lo que ella considerara de mayor bienestar para si misma, pero no sin antes una despedida aunque fuese simple y muy corta. Plasme este y todos mis deseos en un escrito que envié minutos luego de empezar a sentir aquel vacío, aquel recuerdo agridulce de lo que fui y de lo que pudo ocurrir en mi vida. La música es realmente increíble, como en unos segundos me puede sacar de mi rutina y llevarme a épocas que ni yo me esperaba viajar tan repentinamente.

No sabía con certeza que canción escoger para este escrito, así que escogí las dos, creo que Always on my mind siempre será un tema importante en mi corazón, una tonada que me recordará lo mucho que puedo llegar a amar a alguien, aunque nunca florezca por ser sentimientos sembrados en arena, solo sé que la siguiente persona que llegue a mi vida tendrá que sufrir menos al idiota que hay en mi, pues ya no soy el mismo, he aprendido de mis errores y espero nunca cometerlos de nuevo aunque sean simples. 

Sean Felices.

miércoles, 6 de enero de 2016

Simulacro de Angustias

Desde el final de mi tercera noche viviendo solo he venido a escribir con mayúscula necesidad, ya que me parecía importante dejar registro de mis pensamientos durante estos días para nada ordinarios, desde el  lunes he entrado a estudiar, a diferencia de otros semestres el cambio es exagerado: el ambiente, el lugar, las personas y sobre todo mi manera de vivir son todas distintas a lo que desde hace años venía acostumbrado.
Vivir solo no es una experiencia nueva para mí, es algo que ya había vivido por mi propio deseo en el  tormentoso intento de aire fresco de Julio, aunque claro, era un medio totalmente más placentero, sin tantos deberes como los tengo ahora. Partiendo desde pasar las noches en soledad, aunque más que soledad es el hecho de ser consciente de ello, estar recostado en mi cama en medio de la oscuridad, en la casa donde solía estar junto a mi familia unida hace varios años, me hace recordar con tristeza que el tiempo no pasa tan desapercibido como parece, en medio del recuento de lo vivido entro en los reinos de Morfeo con dificultad pues mi mente aún no asimila las noches como tiempo de descanso, la mala costumbre de vivir de noche pasa a cobrar la cuenta en épocas de productividad académica. 5:30 am, mi despertador me da un susto al literalmente hablarme “Hora de levantarse”, el tiempo suficiente para ir a mi ritmo aunque un poco ajustado en el tiempo, el timeing se hará más difícil cuando termine la época de vacaciones del país y el transporte se torne agobiante más de lo que naturalmente tiende a ser. Pasar de un bus a otro y estar finalmente acomodado en el último eslabón de la ruta hacia mi universidad, el frio me recuerda que mi cuerpo también siente así que me ubico cerca a donde pueda ser receptor de el sol del amanecer bogotano y acompañado  de mi música espero hasta recibir la señal interna de que ya estoy cerca a mi destino, un “extenso” camino desde la entrada de la universidad hasta los edificios donde se dictan las clases, un paseo agradable para ser sincero, un baño del tranquilizante natural por excelencia con sus dosis de vitamina E mientras llego a la sombra del salón donde compartiré espacio con otras 30 personas con quienes el denominador común de la biología me une. La mayoría por no decir todos son un par de años menores a mí, para bien o para mal no desencajo en lo absoluto en lo que a promedios de edad aparente se refiere, muchos de estos niños parecen mayores a mí, así que termina siendo un beneficio, dos o tres años de madurez disfrazados en un pequeño chico con el cabello largo y todo un “payaso” (diría una de mis nuevas compañeras).  Respecto a esto, hace un rato hablaba por teléfono con mi madre y le decía que prefería que las personas se hicieran ideas equivocadas de quien soy realmente, para que en el momento adecuado la sorpresa de la verdad los arrollara abruptamente. Volviendo al tema de mi cotidianidad actual, vuelvo bastante cansado a mi casa, a pesar de que por ahora solo son cuatro horas de estudio, me va a pesar mi flojera cuando las horas de dupliquen por día; y bien… voy a un restaurante cercano a mi casa, donde el servicio tal vez podría ser mejor pero la comida está bastante bien, de entrada comiendo ensaladas y frutas me da la falsa y ridícula sensación de volverme más saludable, que a lo mejor si es así, pero en un porcentaje risiblemente rastrero.  De regreso a mi casa duermo en el cómodo sofá por una hora o dos y enciendo el televisor para ver el clásico Dragon Ball y Naruto, terminados estos lo paso a los canales de las mentiras, para quejarme muy a gusto con sus ocurrencias y pseudonoticias que manipulan al pueblo para  luego salir a comprar la cena y así volver a repetir la rutina o por lo menos es lo planeado, es positivo todo pero hay algo que realmente me angustia y es el gasto excesivo de dinero, son seguramente cosas de las que en otras condiciones jamás soy consiente pero siempre están allí, vivirlas por mí mismo me estresa por que se que podrían haber métodos más óptimos en donde evite tanto gasto pero requieren su debido proceso con el tiempo y además cosas que por ahora no están al alcance de mis manos.
Han sido bonitos días experimentando un modelo de vida más fructífero y sobre todo genérico de productividad, de todos modos creo que la compañía de mis seres queridos siempre será importante, pero aquí lo relevante es que cada cosa llega en el momento justo y por lo tanto es prioridad saber extraer el conocimiento de estos momentos que nos presenta la vida o que incluso como en mi caso por mi propia decisión he querido vivir. Es probable que para cuando publique esta entrada ya haya pasado todo el resto de la semana y tenga nuevas cosas que contar, para mi fortuna el viejo computador de mi casa aún funciona y puedo plasmar mis pensamientos con ayuda de esta máquina que fue importante en mis monótonas alegrías vividas en mi infancia y adolescencia. En conclusión esta semana ha sido un cambio importante en mi vida para seguir avanzando a pasos más largos por mi sendero de baldosas amarillas.

Sean Felices!

sábado, 2 de enero de 2016

Un Nuevo Comienzo


La noche del 31 de Diciembre salía de mi casa para visitar a mi madre, era una noche bastante fría pero a pesar de esto la ciudad parecía más cálida que nunca, sus luces y gente irradiaban alegría, creo que nunca había visto a Bogotá de esa manera, me sentía realmente a gusto caminando por sus calles y movilizándome en el bus. Me había despedido de mi familia paterna momentos antes, no querían que me fuera pero era mi deber y ya es casi una tradición desde que soy niño, pasar navidad con una familia y año nuevo con la otra, lamentablemente cada parte es posesiva y espera que pase ambas con una sola pero en estos asuntos siempre he de ser equitativo de lo contrario se generan problemas y desequilibrios y realmente no me gustaría crear este tipo de cosas en nadie. Llegué cerca de las 8 a casa de mi madre, estaba preparando la cena, al llegar me dijo que no pensaba que fuera a llegar, le recalque la hora y al parecer pensaba que era más tarde de lo que realmente era, por eso su comentario. La noche pasó sin prisas ni retrasos, comimos distintas cosas que ella había comprado y preparado durante la noche mientras veíamos estos shows musicales que acostumbran a pasar por los canales nacionales, con el pasar de las horas ya mi madre quería bailar pero como bien sabía eso no era lo mío de todos modos me levantó del sillón y comenzó a enseñarme cosas básicas que digamos no eran tan básicas para mi, en ese momento me sentía terrible árbol intentando moverme, algo bastante gracioso de ver de ser otro pero bueh, al fin y al cabo hasta el conjunto residencial estaba desocupado por las fechas, así que poco importaba lo que hiciera, luego de una visita corta de mi tía y unos juegos de Jenga, llegó el año nuevo, el típico conteo y el abrazo deseando lo mejor para el año que acababa de comenzar, cenamos y a través de la ventana veíamos como los vecinos encendían pólvora, las cosas habían cambiando radicalmente en ese aspecto comparando con hace varios años, donde los fuegos artificiales reinaban a lo largo y ancho de la ciudad, son bastante atractivos e impresionantes pero lo cierto es que son peligrosos y lo más importante afectan la salud de los demás seres vivos, por lo que creo que sacrificar el espectáculo termina siendo una obra con bastante conciencia, una pequeña muestra de que el ser humano no es tan estúpido como parece, la armonía se podrá lograr algún día, no obstante aquella noche a pesar de ser pocas las personas que hacían esto y en muy pequeñas cantidades hubo un par que elevaron globos de papel, muy bonitos si, pero con mi madre pensábamos en lo peor que terminó por cumplirse muy seguramente, este tipo de globos generan incendios forestales, una lástima que nuestra ignorancia optará por enseñarnos a los golpes.
Volví al sur en la noche del 1 de enero, estaba enojado con la prensa Colombiana, mentían sobre Gustavo como no era ninguna novedad, pero esta si que era una mentira descarada la cual me mantuvo de mal humor durante mi regreso, me preguntaba si llegaría el día en que mi pueblo no sea manipulado por unos cuantos, que sus pensamientos y opiniones realmente fueran libres a partir de la verdad y no al pie de la letra del guión que dos canales televisivos escriban. Aún se sentía la tranquilidad que percibía la noche anterior, la misma ciudad que tanto me había agradado el 31, llegando a mi casa tenía las cosas claras, debía preparar toda mi música para regresar al norte y mantenerme solo con ella, pues ya dentro de nada regresaba a estudiar, me acosté a dormir cerca de las 5am actualizando y organizando esas cerca de 700 canciones que me acompañan a diario. Me siento realmente extraño, un pequeño malestar por los cambios que se avecinan a mi diario vivir y una frescura y tranquilidad a la vez, creo que siempre le he temido a los cambios aunque sepa que son buenos, ese niño tímido de mi niñez aún vive en estos pequeños momentos de mi vida. Espero en verdad tener la suficiente voluntad para darle un color diferente a mi vida, uno más agradable, un color con más vida y esperanza dejando atrás muchos errores que parece que nunca quisieran dejar de seguirme.

Sean Felices.