martes, 12 de enero de 2016

Sonrisas en el Cielo

Slowly rebuilding, I feel it in me

Hoy he llegado a casa con ganas de escribir pero sentí que me faltaba un empujoncito de inspiración más. Acabo de regresar de pasear a Zack en el parque, siempre que salgo a la calle en la noche lo más natural en mi es que me ponga a ver el cielo, las estrellas y la luna es algo que realmente me fascina espectar, aunque la contaminación lumínica siempre esté presente y por dentro me diga que no voy a ver nada, soy necio y de todas maneras busco las pocas estrellas que brillan más que las deprimentes luces del hombre, ninguna a la vista pero una luz brillante y alargada me hace mirar fijamente en su dirección, un Chesire sonriente (como lo bautizamos con una amiga de hace un par de años cuando nos sentábamos en el parque a ver el cielo), una sonrisa en el cielo o más comúnmente conocida como Luna creciente, automáticamente me hizo viajar a la última sonrisa en el cielo que aún nadaba en el mar de mis recuerdos... En medio del campo viendo como se desvanecía el atardecer llanero sintiendo una profunda y fresca felicidad que llegaba a mi con esas oleadas de brisa tan singulares. Son pequeños detalles cotidianos muy significativos, siempre que me he sentido mal por alguna razón aquella sonrisa en el firmamento me recuerda que hay motivos para seguir sonriendo aunque las cosas no pinten bien, esta noche no habían penas que la luna me hiciera olvidar pero si momentos divertidos que recordar y resaltar. Han sido días muy entretenidos en la Universidad, más de lo que esperaba, supongo que el popular tedio que está en el aire proliferado por la vox populi por estas épocas me hacía esperar las cosas con un toque de negatividad, para mi fortuna los hechos hablaron colocando patas arriba esa sensación, he sentido una interesante sinergia con mis compañeros y amigos, mi ideal de alegrar a la gente con mi tonto e inseparable humor ha tenido una gran simpatía con este interesante y particular grupo de personas, mis futuros colegas y compañeros de sueños. Al salir de clases hablaba con un grupo de ellos con el que casi no había podido hablar durante esta semana de estudio, me causó mucha curiosidad que la mayoría de personas con las que hablaba conocieran mi nombre, es decir, lo comparaba con mi nivel de memoria y a duras penas recuerdo el nombre de mis nuevos amigos y de algunos cuantos compañeros, me parecía raro que casi todos me diferenciaran con nombre añadido por lo que pregunté a ellos la razón si es que la conocían, varios intentaban decir algo similar hasta que uno de ellos dijo algo como "Como no, si es el popular del salón" a lo cual yo quedé como ??? , luego de pensarlo un rato caí en cuenta de que no había sido consiente del alcance de mis pequeños y constantes ratos de humor durante estas mañanas de estudio, fue agradable sentirme como un icono de alegría para ellos, y bien, de regreso a la ciudad veníamos charlando y durante este rato tocamos el tema de la intolerancia que popularmente se tiene como impresión de algunas universidades de la ciudad, un compañero tras contar su historia de las dificultades que había tenido para lograr lo que deseaba, comentó exactamente lo que hace días yo había dicho a mi madre sobre las apariencias (en mi anterior entrada lo coloqué), fue como si hubiera leído las cosas al pie de la letra, volteé a verlo con asombro y le di toda la razón a su comentario, es preferible que aquellas personas vacías o de irrelevancia en nuestras vidas tengan una idea errónea de quien somos para que a la hora de la verdad se estrellen con la realidad y el silencio sea su única opción.
Ayer mientras escuchaba música, en mi lista de reproducción aleatoria empezó a sonar "Always on my mind" tocada por los Petshop Boys, cover de la canción original de Elvis Presley, sentí una gran presión en el pecho, una tristeza y deseos de ahogarla con un trago de vodka, no tarde más que unos cuantos segundos en tapizar mi mente con recuerdos de Grazia, recuerdo que fue la melodía que acompaño mi petición de que recuperáramos al menos nuestra amistad, la extrañaba mucho y pensaba en lo que ella había sufrido y que tal vez yo nunca la pude acompañar, en lo imperfecto que soy pero a la vez en el gran amor que sentí a pesar de las difíciles condiciones que en aquel entonces nuestra relación pasaba, no he vuelto a saber nada de ella desde la última vez que vino a buscarme, donde me expresó que aún sentía algo muy fuerte por mi pero que lo mejor para ella era olvidarme y seguir con su vida, le dije la verdad, de las cosas que viví, las que sentí, las que no pude y las que quise sentir, no obstante la apoyaría en lo que ella considerara de mayor bienestar para si misma, pero no sin antes una despedida aunque fuese simple y muy corta. Plasme este y todos mis deseos en un escrito que envié minutos luego de empezar a sentir aquel vacío, aquel recuerdo agridulce de lo que fui y de lo que pudo ocurrir en mi vida. La música es realmente increíble, como en unos segundos me puede sacar de mi rutina y llevarme a épocas que ni yo me esperaba viajar tan repentinamente.

No sabía con certeza que canción escoger para este escrito, así que escogí las dos, creo que Always on my mind siempre será un tema importante en mi corazón, una tonada que me recordará lo mucho que puedo llegar a amar a alguien, aunque nunca florezca por ser sentimientos sembrados en arena, solo sé que la siguiente persona que llegue a mi vida tendrá que sufrir menos al idiota que hay en mi, pues ya no soy el mismo, he aprendido de mis errores y espero nunca cometerlos de nuevo aunque sean simples. 

Sean Felices.

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