Donantes sin Tedio

Creo que he notado algo importante durante estos últimos tres años, creer en las personas es un error que termina no solo por afectarme con sus resultados, si no también durante mi credulidad, según lo que he visto siempre me vuelvo vulnerable al confiar en alguien cuando asegura que cambiará mi vida para bien, que me llevará a un atajo tentador en mi construcción del camino de baldosas amarillas; simplemente todas mis debilidades son expuestas tras una de estas promesas, me dejo llevar y las áreas frágiles de mi vida son colocadas sobre la mesa cual buffet. La persona que no se deja afectar por nada y que lleva la tranquilidad por bandera, empieza a mermar poco a poco al dejar que en su mente patinen espejismos de un mejor futuro; y así es como me he sentido esta última semana que pasó, la presión académica siempre se hace notar aunque sea solo un poco pero por palabras o acciones de un profesor es muy raro que ocurra, y cuando ocurre, como he contado en otras ocasiones termino por estallar de un momento a otro, en conclusión jamás cedo ni doy un paso atrás sin antes dar una buena pelea... pero ahora no se que ha pasado conmigo. Lo que debería ser normal es que ante una de estas situaciones yo reaccione con humor, tornando la intención de agredirme en su contra sin amargar el momento, una sencilla Réplica (W) y ya está pero no fue así, me dejé afectar de una manera absurda ya que eran palabras sin argumentos y yo más que nadie podría negarlas, pero la persistencia ha llegado a tal punto que hasta yo me creo las tonterías que dice sobre mi, una derrota a mi buen orgullo. Tal vez yo si sea una mala influencia para quienes me rodean pues a veces hago cosas que sin darme cuenta no están en general bien vistas, nada con importancia que hasta desapercibidas pasan pero puede que por ello mismo esté haciendo un daño, como siempre he dicho, todo es relativo y lo que para mi sea algo silvestre para el resto tenga una mayor relevancia.
Mientras le encuentro una solución a ese problema pasaré de él aquí y contaré que además también me he sentido un poco más alejado y con inseguridades sobre mis acciones, rebotan chispas del Cristian-fascinado-por-alguien, dudas y preguntas ridículas empiezan a acomodarse en mi mente, cosas como "Tal vez debí tratarla mejor en determinado momento", "¿Estoy siendo muy intenso?", "Puede que ni le interese una pizca". Oh mi querida Gaia, que estúpido me siento, pero en el fondo son hasta graciosas esas actitudes en mi y solo espero que no pase a mayores sin una buena justificación. Hace nada me preguntaba a mi mismo el por qué ella me atraía, y debo decir que no había conocido hasta el momento una mujer que compartiera mi amor por la naturaleza y la libertad que cada ser de su biomasa expresa, que disfrutara de las cosas impresionantes que una flor, un ave o incluso un hongo nos regala solo con su presencia, que para los demás sean detalles cualquiera por los cuales no detenerse en el camino, pero que para nosotros sean detalles más complejos con una belleza que solo está a tan alto nivel para nuestros ojos y sea digna de una charla de sensaciones. Puede que esté profundizando mucho pero no puedo evitar decirlo, nunca me había sentido comprendido en algo así y desde que la conocí, a veces deseo que estuviera en esos momentos para contarme sus vivencias y su amor por la vida.
Originalmente este texto iba a ser de tonos más opacos, pero el pasar de los días me dio más cosas sobre las que escribir, cual observación experimental, la disolución se tornó de un color más vivo y feliz. En esta universidad he conocido personas realmente incomparables, mis amigos son increíbles y están cada día tomando un papel más importante en mis alegrías, mi estado anímico no era el mejor y me sentía agobiado pero ellos siempre tienen la solución o por lo menos la anestesia para pasar las presiones de la universidad, estoy seguro que me encontraría ahora mismo en un estado deprimente si no los tuviera a ellos, las máscaras de las que un día hablé resultaron no ser una especie de disfraz si no autenticas sonrisas patrocinadas por cada uno de los que considero mis amigos. Desde hace varios días teníamos el plan de ir a Chía a jugar LoL en un lugar especializado donde lo tienen como negocio, un amigo que vive allí nos había contado del sitio y estábamos muy emocionados por ir a probar un rato la experiencia de jugar todos estando juntos y no en la distancia (cada uno en sus casa) como es lo común, le dimos hora y fecha, y para completar Paquito (así lo bauticé un día, realmente es Diego) había ofrecido su casa para irnos a reunir luego de jugar, todo iba perfecto hasta el Jueves que el profesor de Química anunció que explicaría unos temas el viernes por la tarde, el plan empezaba a hundirse y los ánimos de muchos se oscurecían, afortunadamente quienes teníamos la iniciativa no cedimos ni un momento y continuamos convenciendolos hasta que finalmente todos estábamos en una flota hacia Bogotá, arrastrando a dos de ellos, una amiga de Chía y otro amigo de Zipaquirá, no estaban muy convencidos pues la distancia y el tiempo en ir de un lado al otro siempre es un tema fastidioso, pero no los podíamos dejar porque no hay nada mejor que tener a cada una de las personas con las que compartes a diario tantos buenos momentos, reunidas en un momento aún más especial; no obstante una ausencia no se pudo evitar, Juandi desde el día anterior se había enfermado y no pudimos reunirnos con el, nos hizo mucha falta durante todo nuestro encuentro pero dábamos fe que en nuestra siguiente reunión iríamos hasta su casa a traerlo si era necesario. Luego de atravesar parte de la ciudad en bus y caminar un rato por fin llegamos al punto de encuentro que acordamos con Paquito, nos metimos todos al supermercado a buscar algunas bebidas para amenizar nuestra tarde (si es que saben a lo que me refiero), nuestra celebración era justa y necesaria, y las locuras no iban a faltar, si no todo lo contrario. La tarde y la noche transcurrieron sin dar avisos de tiempo, entre cantos, pseudo-bailes, música, nuestra clásica "echadera de chisme" y sobre todo muchas risas y momentos memorables; llegó un momento en el que solo quedábamos tres invitados en la casa del anfitrión y él mismo nos dio la opción de quedarnos a dormir allí, pues teniendo en cuenta la lejanía de nuestros hogares, la hora de la noche y el estado en el que estábamos por los tragos era una opción muy recomendable, yo accedí sin tantas dudas pues quería dejar la monótona parte de mí esperando unas horas más en casa; Kevin y Andrés eran los otros dos, tenían bastantes dudas, las mismas tres personas que hace tiempo nos perdimos en nuestro intento autónomo de encontrar el camino al humedal de Torca, las mismas decisiones que a cada  uno nos caracterizaban, Andrés quería quedarse pero su familia es estricta con esos asuntos y para mi es bastante comprensible, sin contradecir lo que dijeran ellos quería aconsejarlo y pedirle que se atreviera a hacer algo distinto, sin dejar de decirles la verdad a sus seres queridos que tanto se preocupan por el, lo que hacíamos no estaba mal, simplemente estaba lejos de casa, dirán que soy una mala influencia por eso pero la verdad no le veo nada de malo, al final al ver la situación con detenimiento analizamos y lo mejor era que volviera a su casa. Kevin contando una historia bastante alocada que implicaba hospitales y medicamentos, para así poderse quedar esa noche con permiso de sus padres, todo un personaje. No supe como pasé la noche luego de quedarme tirado en una cama, hoy tengo dolor de cuello (aunque creo que eso fue por el intento de Head-bang esa tarde), por ratos desperté viendo la poca luz que se colaba en las cortinas, suponiendo que llegaría en cualquier momento Diego a despertarme. Llegó la mañana y volví a mi casa en un bus, mirando a través de la ventana con sonrisas que me producían los recuerdos de lo pasado la noche anterior, agradecido de tener personas tan geniales con quien compartir dichos momentos.

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Sean Felices.