Migración de Pétalos

Me encuentro ahora mismo en un trancón (o embotellamiento) regresando a la cuidad, no resistía la necesidad de escribir pues llevo ya varios días totalmente ocupado con los trabajos de la Universidad. Mientras como unos Oka Loka (probablemente mis dulces favoritos) he venido recordando los eventos destacables de éstas últimas dos semanas y puede ser que no hayan sido de mucho provecho pero al fin y al cabo no me quejo.
Mi semana de receso se resume en LoL y una que otra salida, hubiera deseado viajar a los Llanos pero es lo que hay, esperaré hasta mitad de año para irme sólo o quien sea que desee acompañarme ya que tengo claro que no puedo ponerme a esperar nada de nadie. Mi nivel en el juego ha bajado considerablemente desde que entré de nuevo a la universidad, pero todos los amigos de allí con los que comparto en el juego es ridículamente amplio, pues casi todos mis amigos de la universidad conocen el juego y llegamos casi al nivel de secta, con nuestro propio idioma y chistes que sólo nosotros entendemos, es gracioso que varios de nuestros amigos que no jugaban, solo por estar entre nosotros y querer entender lo que hablamos se han ido uniendo poco a poco, tanto que ya somos casi diez nuestro gremio de "BioLoLgos" por llamarnos de alguna manera.

Regresando a la universidad se sentía en el aire la presión de los exámenes y trabajos, muchos andaban malhumorados pero siempre traté de transmitirles la tranquilidad pues al fin y al cabo allí "...las cosas siempre salen bien", fue mi frase de esta semana para mis amigos. Volvimos a "la grieta" el martes, el lugar prohibido de la universidad del que hablé hace poco, se sentía bien volver a disfrutar de la danza de los Sauces Llorones con el viento, hablar tonterías entre nosotros con nuestra música de fondo recostados en el pasto, pero la tranquilidad no nos duró mucho pues ese día nos descubrió uno de los Guardias, algo que indicaba a fuerza el no poder ir más a este lugar por un buen tiempo, a no ser que queramos que nos suspendan lo cual no es Worth. 

Al parecer la gente durante la semana de descanso pensó mucho sobre su futuro dentro de la carrera y una cantidad bastante considerable de mis amigos y compañeros expresó su deseo de no continuar más allí, la Química los tiene cansados al igual que la distancia de la universidad con la ciudad y nos los culpo, yo también llegué a sentir cosas parecidas en mi primera experiencia universitaria y creo que lo mejor es que lo vivan pues son situaciones de las que se aprende aunque sean se experimenten ligeras turbulencias. A pesar de que esto no es nuevo para mi, al haberme encariñado bastante con mis compañeros llegué a sentir algo de desesperanza y pequeñas pulsaciones de soledad, imaginar el futuro siempre he dicho que no es algo realmente agradable pero al fin y al cabo inevitable, llego a rosar la angustia y desde ya hay personas que su ausencia se hace notar, personas que captaron mi atención a quienes observaba con sutileza, deseaba escucharlas y saber lo que sus corazones dictaban, lo que ocultaban en sus pensamientos. Una atracción más no un gusto pues la experiencia ya tiene en mi su reglamento sobre piedra y sé lo que es riesgoso, desafortunadamente la vida es así, sin dar el tiempo suficiente para conocer las maravillas de una persona y de la misma forma que de un momento a otro las conocemos, se despiden de nosotros con mucho por haber entregado por su parte y también con cosas que debimos entregarles; no obstante siempre habrán nuevas personas en el camino, o puede que algo aún más interesante... como una Margarita. Una flor de la cual tengo una corazonada que asegura de que es mucho más interesante y curiosa de lo que ya me ha parecido. 

Oh Smashing Pumpkins, si que he spameado esta banda en este blog, pero es inevitable hacerlo pues sus canciones tienen la chispa adecuada para cada historia, o por casualidad son entonadas en su momento. 

Sean Felices.