Ayer venía en el transmilenio, por suerte había conseguido asiento así que tenía tiempo para entretenerme un rato en el teléfono, en lo que pasaba el tiempo había iniciado ya una conversación con Tsu y en un momento me pidió si podíamos hablar de algo importante, le dije que esperara a que llegara a casa, pues transmilenio no es un lugar muy cómodo que digamos como para escuchar y aconsejar a alguien. Llegué más pronto con la motivación de probar a Jhin, el nuevo campeón que llevaba esperando para poder usar, le notifiqué a Tsu mi llegada me habló:
-¿Haz vuelto a hablar alguna vez con Alison?.
-Nope y probablemente ya nunca lo haga de nuevo, a menos que se quiera disculpar por lo que me hizo.
-Suponiendo que lo haga... ¿Cómo te sentirías?
-Pues mal, siempre me siento así cuando recuerdo todas las cosas que pasaron, me pasa muy seguido, pero bueh la vida sigue.
-No, bueno...Quería saber...
- El asunto es que, a una persona arrepentida no le negaría el poder disculparse, tal vez con lo que me diga me sentiría mejor, pero como la conozco se que nunca lo haría, y si lo hace no lo haría lo suficientemente bien como para hacerme sentir bien de nuevo.
Pensé bastante en ese fantasioso caso mientras jugaba con Jhin, nada que no pudiera olvidar con facilidad gracias a mi realismo y mi involuntario sistema sentimental de autodefensa, llegaron las 9 de la noche, una hora que en otras épocas para mi era como si apenas comenzara el día pero que ahora el sueño es incontenible, hice caso al llamado de mi cama con un pequeño vistazo a lo que había ocurrido durante al día antes de cerrar mis ojos.
Solo recuerdo que Alison me había enviado unas cartas, sus palabras y manera de escribir eran casi perfectas, lo que yo siempre desee que me dijera, se disculpaba por todas las cosas que me había hecho pasar, por cada cosa que le dí y no supo valorar, a medida que iba leyendo sentía que me invadía un impresionante sentimiento de tranquilidad y alegría, lo veía increíble pues allí recordaba lo que había hablado con Tsu y me desperté, había sido un sueño, uno en el que no ocurrían cosas tristes o bizarras, tanta era la sorpresa que aún no me lo creía en medio de la madrugada un rato antes de que sonara mi alarma, no tardé mucho tiempo en sacar una conclusión de mi sueño, como si hubiese hecho un trascendente descubrimiento dije para mis adentros "Esto era lo que me faltaba, lo que necesitaba para estar completo nuevamente y sentir que puedo dar lo mejor de mi a una persona", desechar de mi los rencores y hacer florecer el perdón, ese siempre fue el nombre de la última pieza que había olvidado, un paso gigantesco para mi crecimiento como persona que espero terminar de dar para seguir avanzando, aunque sigo estando firme en lo que le dije a Tsu, se que de nada vale seguir guardando este tipo de sentimientos hacia una persona que ya no existe en mi vida.
Para ser un buen sueño y sobre todo uno de este calibre, no podía faltar la música en el, esta fue la canción que sonaba en mi mente durante y después del sueño.
Sean Felices.
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